El fenómeno del ghosting y su tratamiento en terapia. Cuando te ignoran

El fenómeno del ghosting y su tratamiento en terapia. Cuando te ignoran

En nuestro centro varios de mis pacientes llegan a consulta compartiendo una historia que empieza más o menos así: “Conocí a alguien, todo iba bien, hablábamos a diario, parecía que teníamos una buena conexión…y de repente, desapareció. Ningún mensaje, ninguna explicación. Me dejó de lado para siempre.”

Esto se conoce como ghosting

La palabra puede parecer reciente, pero la situación en sí no es nueva. El ghosting se refiere, en esencia, a un corte súbito de la comunicación en una relación, sin advertencia ni cierre. Aunque se habla frecuentemente en el contexto de relaciones amorosas, también puede suceder entre amigos, familiares o incluso en entornos laborales.

Hoy quiero explicarte cómo lo analizamos desde la psicología científica, especialmente desde los enfoques conductuales y cognitivo-conductuales, además de las herramientas terapéuticas que empleamos para mitigar el malestar particular que provoca este tipo de “desapariciones”.

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La historia de Laura (nombre ficticio)

Laura acudió a terapia tras tres semanas de insomnio. Lloraba a menudo, sin entender qué había hecho mal. Ella había estado saliendo con Marcos por aproximadamente dos meses, con una conexión rápida, charlas diarias y planes para el futuro, e incluso se presentó a su grupo de amistades.

Un día, Marcos simplemente dejó de responder. No hubo llamadas, ni un «ya no quiero continuar», nada. Solo un silencio absoluto.

Laura se sumió en una espiral de pensamientos obsesivos:

“¿Habrá tenido un accidente?”

“¿Dije algo inapropiado? ”

“¿Qué puede hacer que alguien se desvanezca así sin más?”

“¿Qué tengo que ver yo con esto?”

Y aquí es donde comienza el trabajo en terapia.

¿Por qué duele tanto el ghosting?

Desde una perspectiva evolutiva y conductual, los humanos somos seres sociales. Nuestra existencia ha dependido de las conexiones con otros a lo largo de miles de años. La falta de contacto sin una razón clara se percibe por nuestro sistema nervioso como una amenaza social. Y esto no es solo una figura retórica: el cerebro activa los mismos circuitos que cuando experimentamos dolor físico si alguien nos ignora o nos rechaza (Eisenberger, Lieberman, Williams, 2003).

Además, de acuerdo con la teoría del apego, el ghosting despierta los miedos más profundos en aquellos con un estilo de apego ansioso o inseguro: el temor al abandono, a no ser lo suficientemente buenos, a pasar desapercibidos.

En el modelo cognitivo de Beck, lo que sucede es que la incertidumbre de la situación (sin cierre ni información) se llena de interpretaciones negativas automáticas, a menudo conectadas con creencias anteriores: “Soy rechazable”, “No merezco amor”, “Siempre me sucede lo mismo”.

Lo que hacemos en terapia online

El primer paso en estos casos es validar la experiencia emocional. No se trata de exagerar, pero tampoco de restarle importancia.
Cuando alguien se va sin decir nada, es común que la persona que se siente abandonada no logre encontrar cierre. Esto es un problema especialmente significativo desde la perspectiva del condicionamiento operante: al no haber una señal clara que indique que la relación ha finalizado, la persona sigue realizando acciones (como escribir, chequear redes sociales, pensar en ello) en espera de una respuesta que nunca llega.

En términos sencillos: su mente no ha «comprendido» que el lazo ha terminado, y continúa esperando una recompensa que se interrumpió abruptamente.

Utilizamos diversas estrategias:

-Cambios en la forma de pensar

Reconocemos los pensamientos automáticos (“Soy un desastre”, “Todo fue mi culpa”) y los analizamos con pruebas. A veces empleo la metáfora de un juicio: “¿Qué evidencia tienes para juzgarte tan rápido?¿Y si existe otra razón?”

Este método no es mágico, pero poco a poco ayuda a reducir el peso emocional relacionado con el rechazo.

-Entrenamiento para aceptar la falta de certezas

Un aspecto complicado del ghosting es no saber por qué sucedió. Desde la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), aunque no lo llamamos así, usamos ejercicios que ayudan a lidiar con esa falta de control, sin que la persona se bloquee o piense en ello constantemente.

-Eliminación de acciones reforzadas de manera irregular

Así es, como se describe. Cuando alguien te responde de manera irregular (un día sí, otro no), el sistema de recompensas del cerebro se vuelve errático. Es el mismo principio que hace que los juegos de azar sean tan adictivos.

Ayudamos a la persona a reconocer esas acciones (esperar un mensaje, revisar redes, enviar indirectas) y poco a poco reducirlas para que dejen de reforzar ese vínculo inexistente.

-Cuidado personal a través de acciones

Creamos un plan con pequeñas tareas placenteras que devuelvan la sensación de control: hacer deporte, relacionarse con personas importantes, pasar tiempo sin dispositivos, retomar pasatiempos olvidados.

-Prevención de recaídas

Aunque pueda parecer una separación «menor», el ghosting puede dejar secuelas. Muchas personas que lo han experimentado desarrollan temor en nuevas relaciones: temen el abandono, se hiperactivan, o evitan mostrarse vulnerables. Trabajamos con exposición gradual, ayudando a reconstruir la confianza sin caer en patrones de evitación o control excesivo.

¿Por qué alguien decide hacer ghosting?

Aquí es donde muchas personas buscan explicaciones, aunque no siempre hay respuestas. Sin embargo, desde un enfoque psicológico, el ghosting a menudo proviene de individuos que:

Tienen dificultades para enfrentar conflictos (evitan las confrontaciones).

Temen ser vistos como “los malos” y prefieren desaparecer en lugar de manejar la incomodidad.

No consideran las repercusiones emocionales de sus acciones (tienen poca empatía o madurez emocional).

O simplemente están en una cultura que normaliza el consumo rápido de relaciones, sin una responsabilidad emocional.

Esto no excusa su comportamiento, pero sí permite despersonalizarlo. Lo que ocurrió no determina tu valor. Solo revela algo sobre la otra persona y su modo de manejar las relaciones.

Conclusiones

El cierre no siempre debe venir de afuera.
Regresando a Laura, después de varias sesiones, llegó a una declaración importante:
“No necesito su explicación para poder avanzar.”

Y ese es el propósito de la terapia: reconstruir el cierre desde adentro .No como una historia que otra persona te tiene que relatar, sino como una historia personal donde puedes afirmar: “Me dolió, no lo comprendo completamente, pero ya no tiene poder sobre mí. ”

El ghosting es difícil, sin duda. Sin embargo, también puede ser una oportunidad para reflexionar, examinar tus comportamientos y aprender a cerrar las puertas que otros dejaron entreabiertas.

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