¿Cómo superar la Depresión? «Tengo ganas de llorar y no sé por qué”: cuando las emociones no avisan

¿Cómo superar la Depresión? «Tengo ganas de llorar y no sé por qué”: cuando las emociones no avisan

Depresión. En mis consultas, esto es más común de lo que se piensa: personas que llegan y, poco después de iniciar la conversación, dicen frases como “últimamente siento que quiero llorar todo el tiempo, y ni siquiera sé el motivo”. No hay algún acontecimiento trágico reciente. No hay pérdidas. No hay nada que explique esa sensación de opresión en el pecho que aparece repentinamente, como si el cuerpo supiera algo que la mente aún no logra captar.

Este tipo de malestar emocional, sin una razón clara, puede ser muy desconcertante. Para quien lo experimenta, resulta complicado explicárselo a otros, y aún más en el proceso de entenderlo uno mismo. Sin embargo, tiene un nombre, una explicación, y lo más importante: hay manera de solucionarlo.


Sesiones 70 €

Psicólogo online

El caso de Marta: llanto sin historia (aparente)

Marta (nombre ficticio) tiene 33 años, trabaja en una compañía de diseño y su vida, desde fuera, parece bastante equilibrada. No enfrenta conflictos serios, está respaldada por su pareja, tiene amistades y goza de buena salud física. No obstante, lleva aproximadamente tres meses sintiendo ganas de llorar a diario. En ocasiones lo hace en el trabajo, y a veces en su casa viendo una serie sin drama. No sabe cómo justificarlo. Esto la hace sentir aún peor.

En la primera sesión, me comenta: “No tengo razones, y aún así estoy triste. Como si algo se hubiera roto dentro de mí”.

Esta afirmación, tan habitual, es fundamental. Desde la perspectiva cognitivo-conductual, no es necesario que ocurra un evento traumático significativo para que una persona experimente un estado de ánimo bajo o inestable. Muchas veces sucede que la persona ha estado acumulando pequeñas pérdidas, tensiones, y expectativas internas, generando un patrón de pensamiento que mantiene la incomodidad aunque no haya un desencadenante externo evidente.

¿Por qué lloro si todo va “bien”?

Desde un enfoque cognitivo, las emociones no surgen por los hechos en sí, sino por la forma en que los interpretamos. Eso es lo que Albert Ellis denominaba “modelo ABC”:

-Acontecimiento activador (algo que sucede)

-Creencias (cómo interpretamos esa situación)

-Consecuencia emocional

En el caso de Marta, la dificultad no residía tanto en lo que estaba viviendo, sino en su diálogo interno:

“No he sido productiva últimamente”

“Soy muy sensible, esto no es normal”

“No debería sentirme así”

Estos pensamientos son lo que Aaron Beck identificó como distorsiones cognitivas: filtros mentales que amplifican sentimientos de culpa, juicios y dudas.

Desde la perspectiva conductual, también notamos que llorar se convierte en una acción con funciones (aun cuando sean inconscientes).Puede servir como un alivio del malestar acumulado, una forma de regular sus emociones o hasta como una señal de que algo necesita cambiar. A veces, el entorno responde con apoyo, lo que refuerza accidentalmente este comportamiento.

Tratamiento online para la depresión

-Psicoterapia (primera opción de tratamiento)

Las terapias más efectivas con respaldo científico son:

-Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): Asiste en la identificación de pensamientos negativos automáticos y en su reemplazo por pensamientos más realistas. Resulta muy útil para síntomas de depresión leves o moderados.

-Terapia Interpersonal (TIP): Se enfoca en mejorar las relaciones personales y en resolver disputas interpersonales que podrían estar contribuyendo a la depresión.

-Terapia de Activación Conductual: Promueve la participación en actividades placenteras o significativas para romper el ciclo de inactividad y desmotivación.

-Terapias de tercera generación: Incluyen Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) y Mindfulness, que abordan la relación con los pensamientos y emociones en vez de intentar eliminarlos.

Tratamiento farmacológico

Utilizado especialmente para casos de depresión moderada o severa.

Los más comunes son los ISRS (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina) como la sertralina, fluoxetina o escitalopram.

Pueden demorar de 2 a 4 semanas en mostrar resultados. Es esencial el seguimiento médico (por un psiquiatra o médico general).

Es importante: No provocan adicción, pero su inicio y cese deben ser graduales.

Acude siempre a tu psicólogo online de confianza