Dismorfia corporal, cómo mejorar la autoimagen

Dismorfia corporal, cómo mejorar la autoimagen

La dismorfia corporal es un trastorno psicológico que se caracteriza por una preocupación excesiva por defectos vistos en la apariencia física, que suelen ser poco importantes o no existir. Esta condición puede causar ansiedad, depresión y afectar significativamente la calidad de vida de quienes la sufren.

En este artículo, analizaremos sus causas, síntomas, efectos y las posibles estrategias para su tratamiento.

Sesiones 70 €

Psicólogo online

¿Qué es la Dismorfia Corporal?

El Trastorno Dismórfico Corporal (TDC) es un problema de salud mental donde una persona se obsesiona con aspectos de su apariencia que considera defectuosas. Estos defectos pueden relacionarse con cualquier parte del cuerpo, pero normalmente incluyen la piel, el cabello, la nariz, los dientes y el peso.

Aunque quienes lo padecen pueden pasar horas mirándose en el espejo o evitándolo por completo, el malestar psicológico asociado a la dismorfia corporal es profundo y puede limitar su funcionamiento diario.

Causas y Factores de Riesgo

Si bien no se ha encontrado una causa única para la dismorfia corporal, se ha propuesto que es el resultado de una combinación de factores genéticos, neurobiológicos y ambientales:

Factores Genéticos: Hay evidencia de que el TDC puede ser hereditario. Si un familiar cercano lo ha tenido, hay un mayor riesgo de desarrollarlo.

Alteraciones Neurobiológicas: Estudios de neuroimagen indican que las personas con TDC pueden mostrar diferencias en la actividad cerebral en áreas relacionadas con el procesamiento de la imagen corporal y la percepción visual.

Factores Ambientales: La presión social, la influencia de los medios y experiencias de acoso o bullying vinculadas a la apariencia pueden ayudar al desarrollo del trastorno.

Rasgos de Personalidad: Las personas con baja autoestima, perfeccionismo y ansiedad social son más propensas a experimentar dismorfia corporal.

Síntomas del Trastorno Dismórfico Corporal

Los síntomas varían en intensidad, pero abarcan:

Preocupación excesiva por una o más partes del cuerpo que el individuo ve como defectuosas.

Conductas repetitivas como mirarse constantemente en el espejo, evitarlo, maquillarse en exceso o compararse con otros.

Dificultades en el funcionamiento diario, lo que puede causar problemas en el trabajo, la escuela o las relaciones interpersonales.

Ansiedad y depresión, con un alto riesgo de aislamiento social y, en casos severos, pensamientos suicidas.

Impacto en la Vida Diaria

El impacto del TDC puede ser devastador. Muchas personas con dismorfia corporal evitan salir en público, encuentran difícil mantener relaciones personales e incluso pueden optar por procedimientos estéticos para intentar corregir lo que consideran sus defectos.

Sin embargo, estas intervenciones raramente traen satisfacción, lo que puede resultar en un ciclo de insatisfacción y más intervenciones quirúrgicas innecesarias.

Dismorfia Corporal en la Era Digital

Las redes sociales han incrementado la preocupación por la autoimagen. Con el crecimiento de los filtros y las apps de edición de fotos, muchas personas, especialmente los jóvenes, crean expectativas poco realistas sobre su apariencia. La comparación continua con imágenes editadas puede fortalecer la insatisfacción corporal y elevar el riesgo de desarrollar TDC.

Estrategias de Tratamiento

Afortunadamente, hay opciones de tratamiento eficaces para la dismorfia corporal:

Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): Es el tratamiento más efectivo para el TDC. Ayuda a los pacientes a reconocer y modificar los pensamientos irracionales sobre su apariencia.

Medicación: En algunos casos, se pueden prescribir antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), para disminuir los síntomas de ansiedad y obsesión.

Terapia de Exposición y Prevención de Respuesta: Consiste en exponer gradualmente a la persona a situaciones que evita y ayudarles a manejar sus compulsiones relacionadas con la autoimagen.

Apoyo Psicológico y Grupos de Ayuda: Compartir experiencias con otras personas que enfrentan el mismo problema puede ofrecer alivio y estrategias de afrontamiento efectivas.

Cómo Mejorar la Autoimagen y la Autoaceptación

Fomentar el pensamiento crítico sobre los estándares de belleza difundidos en los medios de comunicación.

Evitar comparaciones con otras personas en redes sociales y en la vida diaria.

Practicar la gratitud por las características y habilidades personales más allá de la apariencia física.

Cuidar la salud mental y emocional, estableciendo hábitos de autocuidado y rodeándose de personas que refuercen la autoestima de forma positiva.

Conclusiones

La dismorfia corporal es un trastorno serio que puede afectar profundamente la vida de quienes lo sufren. Sin embargo, con el tratamiento adecuado y un enfoque de apoyo, es posible superarla y mejorar la auto-percepción.

Si piensas que puedes estar experimentando síntomas de TDC, es esencial buscar ayuda profesional para recibir la guía y el apoyo necesarios.

Acude a tu psicólogo online de confianza.